¿Qué es alzheimer?
Es una enfermedad
neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos
conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria
inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas
(neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad
suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años,
aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la
enfermedad al momento del diagnóstico. La enfermedad de Alzheimer es la forma
más común de demencia, es incurable y terminal, que aparece con mayor
frecuencia en personas mayores de 65 años de edad.
·
Etapas del alzheimer:
Primera etapa
Esta primera etapa
tiene una duración aproximada de 2 a 5 años y en ella se observa un paulatino
deterioro en la memoria. La persona olvida eventos recientes no importa que
hayan pasado 10, 15 o 20 minutos de un hecho determinado. El paciente puede no
recordar que ya comió u olvidar la conversación que tuvo con su hijo minutos
antes. Así mismo, la percepción de su medio ambiente se ve disminuida, lo mismo
que la memoria en cuanto al tiempo y el espacio se ve afectada.
·
Síntomas
y consecuencias:
En la persona
empieza a surgir una típica desorientación de lo que lo rodea, no reconociendo
bien el lugar donde está. Así, es muy común que la persona no recuerde cómo
llegar a las tiendas que siempre ha frecuentado, saber dónde está el banco, al
que siempre ha ido; qué dirección tomar para ir a la iglesia, a la que asiste
todos los domingos; o bien, qué camino tomar para regresar y llegar de vuelta a
casa. Otros ejemplos son el no recordar la fecha, ni el día ni el mes en que
vive, no saber la hora que es o creer que, aunque es de mañana, para él ya es
de noche o viceversa. Del mismo modo surgen otros detalles como son una
disminución en la concentración y una fatiga cada vez más notoria. Se presentan
cambios de humor y síntomas de depresión con apatía, pérdida de iniciativa y
falta de interés. Junto a ello, a la persona se le comienza a notar inquieta,
mostrando agitación y ansiedad. Estos últimos síntomas, es muy común que
ocurran al atardecer o durante la noche, lo cual es un problema para quienes
cuidan de ellos. Y, aunque no se sabe con exactitud el porqué de esto (la
inquietud o agitación nocturna), lo que sí puede ayudar a calmar al paciente y
reducir dicha ansiedad son, en cierta forma, los medicamentos. Por otra parte,
el lenguaje, las habilidades motoras y la percepción son conservadas. El
paciente es capaz de mantener una conversación, comprende bien y utiliza los
aspectos sociales de la comunicación (gestos, entonación, expresión y
actitudes) en forma aún dentro de lo normal.
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Segunda etapa
En esta segunda
etapa, todos los aspectos de la memoria empiezan progresivamente a fallar. Este
estado tiene una duración aproximada de 2 a10 años, durante el cual se producen
importantes alteraciones de la función cerebral con aparición de síntomas más
preocupantes o que llaman más la atención.
·
Síntomas
y consecuencias:
Comienzan a surgir problemas de afasia,
apraxia y agnosia. Por afasia se entiende dificultad en el lenguaje. Al
paciente le cuesta trabajo hablar, batallando para expresarse y darse a
entender. Dice unas palabras por otras, un ëvasoí puede ser para él o ella una
servilleta, o tal vez ese andar inquieto y preguntar por la puerta para poder
salir significa "quiero ir al baño" (y que de este modo salga esta
carga o presión que tenga dentro. La apraxia se refiere a las dificultades que
presenta el paciente para llevar a cabo funciones aprendidas. La persona no
puede ni sabe cómo vestirse, siendo muy común que se ponga dos o tres
calcetines en un mismo pie, o tal vez trate de colocarse la camiseta arriba de
la camisa. En el caso de las mujeres, sucede lo mismo, no entiende cómo
colocarse las medias, ni la blusa y la falda se la puede poner al revés.
Durante los alimentos, las personas con este mal, no saben utilizar los
cubiertos, haciendo uso del tenedor, el cuchillo y la cuchara en forma
indistinta. La agnosia consiste en una pérdida de la capacidad para poder
reconocer a las personas con las que convive. Y, aunque esta pérdida no es
total, pues de cierto modo aún reconoce ambientes familiares y conserva la
orientación personal (sabe su nombre, edad, lugar de nacimiento), sus
desaciertos son cada vez más frecuentes. Por otra parte, el paciente se torna
descuidado en su higiene personal. Ya no se arregla como antes, la pulcritud
que todos admiraban; se le nota sucio y descuidado, les da por no quererse
bañar o decir que ya lo hicieron, enojándose cuando se les recrimina. Aparecen
algunos rasgos de tipo psicótico. Imagina que ve gente la cual no existe,
escucha ruidos que nadie oye o piensa y cree firmemente que alguien va a llegar
por él. Empieza a preguntar por personas que ya murieron (su papá, su mamá, su
hermano) y todas estas imágenes que pasan por su mente, realmente le inquietan.
Asimismo, el embotamiento o represión de emociones, aunadas a una apatía cada
vez mayor, empiezan a hacerse cada vez más evidentes. La dependencia con
respecto a un cuidador es cada vez mayor. Las aficiones que tenía, las
actividades sociales, de ocio y de recreo pierden totalmente su valor,
mostrándose aburrido, flojo, apático o somnoliento. La persona empieza a hacer
actos repetitivos rayando en lo obsesivo. Vagabundea, recorre la casa por todas
partes, empieza a esculcar y escudriñar cajones, ordena la ropa o los papeles
varias veces al día, su mirada cambia y sus ojos parecen ser dos faros que se mueven,
muchas veces, en sentidos contrapuestos. En esta etapa, resulta obvio que la
capacidad para el pensamiento abstracto y la habilidad para llevar a cabo
operaciones de cálculo desaparecen por completo. No pueden realizar las más
sencillas operaciones, aunque sí, tal vez, recitar de memoria las tablas de
multiplicar.
Finalmente, en esta
segunda fase puede apreciarse cierto grado de Parkinson, ya que es muy común
ver movimientos bruscos de manos, brazos o pies, cuando la gente enferma está,
por ejemplo, sentada o dormitando.
Tercera etapa
En esta tercera
y última etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una
de las facultades intelectuales.
·
Síntomas
y consecuencias:
Los síntomas cerebrales se agravan,
acentuándose la rigidez muscular así como la resistencia al cambio postural.
Pueden aparecer temblores y hasta crisis epilépticas. El enfermo con Alzheimer
no reconoce a sus familiares y llega el momento en que llega a desconocer su
propio rostro en el espejo. La personalidad que siempre acompañó a la persona,
desaparece por completo. Los pacientes se muestran profundamente apáticos,
perdiendo las capacidades automáticas adquiridas como la de lavarse, vestirse,
andar o comer, y presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor. Más
adelante, tienen incontinencia urinaria y fecal. En la mayoría de los casos el
paciente finaliza encamado, con alimentación asistida. Por lo común, los
enfermos con Alzheimer suelen morir por infecciones en las vías respiratorias,
neumonía, infecciones urinarias o de la piel por escaras u otro tipo de
complicación.
Tercera etapa
En esta tercera
y última etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una
de las facultades intelectuales.
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Síntomas
y consecuencias:
Los síntomas cerebrales se agravan,
acentuándose la rigidez muscular así como la resistencia al cambio postura. Pueden aparecer temblores y hasta crisis epilépticas. El enfermo con Alzheimer
no reconoce a sus familiares y llega el momento en que llega a desconocer su
propio rostro en el espejo. La personalidad que siempre acompañó a la persona,
desaparece por completo. Los pacientes se muestran profundamente apáticos,
perdiendo las capacidades automáticas adquiridas como la de lavarse, vestirse,
andar o comer, y presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor. Más
adelante, tienen incontinencia urinaria y fecal. En la mayoría de los casos el
paciente finaliza encamado, con alimentación asistida. Por lo común, los
enfermos con Alzheimer suelen morir por infecciones en las vías respiratorias,
neumonía, infecciones urinarias o de la piel por escaras u otro tipo de
complicación.